Hace nada he empezado a utilizar el Skype. Un amigo me dijo que estaba hablando con su mujer por este sistema, y me apetecía hablar con ella también. Pero claro, entre que instalas el programa en el ordenador y que empiezas a cogerle el "tranquillo", ya habían desconectado.
El caso es que no tenía ni idea de cómo iba, y otra amiga enseguida me vio conectada y empezamos a chatear. Lo que pasaba es que no paraba de recibir llamadas y mensajes de chat, al punto que casi no podíamos ni hablar. Qué pasaba? me preguntaba. ¿Cómo me llama tanta gente, si no los conozco? (Ahora sé que había dado al modo skypeame, y en eso consiste, en estar disponible a toda la gente conectada, se conozcan o no). Es un buen método para conocer gente. Sólo hay que estar CONECTADO.
Llegada la noche, y la hora de acostarse, le iba dando vueltas a la cabeza, pensando en todo esto, y estaba charlando con Dios de todo un poco, como acostumbro hacer. Y entonces me di cuenta, de que el que siempre, siempre, siempre está conectado y disponible es Él.
Nosotros con el msn, o con el skype, o con otros que no conozco podemos seleccionar si estamos diponibles, ocupados, conectados, invisibles... yo qué sé, un montón de opciones! Y a lo mejor estamos intentando hablar con alguien en concreto, pero no está disponible, no está conectado. (Que tal vez sí lo está, pero en ese momento no tiene ganas de respondernos, puede ser, ¿no?).
Bueno, pues la disponibilidad de Dios para nosotros es completa: siempre conectado, y siempre disponible. ¡Qué bien! ¡Gracias!
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1 comentario:
Al leer tu blog me hiciste acordar de una canción para cuarteto, que dice que "la línea de Dios nunca da ocupado, llámalo"; que bueno que es saber eso, pero me quedé con la pregunta que pusiste como título del post ¿Estás conectado?, osea siempre será mi responsabilidad el comunicarme con El o no hacerlo.
Hoy?.... dos blogs que leí me llevaron a la reflexión. ¿Casualidad?.. no creo.
Gracias por el post!
Que Dios te bendiga!
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